martes, 29 de noviembre de 2011

Idole de Lubin; un sacrificio muy dulce


Imagínate que navegas sobre una canoa o una pequeña embarcación. Recorres un río de aguas mansas rodeado de frondosa vegetación. La luz del día apenas penetra entre las ramas y hojas. El calor tropical te asfixia y el rumor de tambores lejanos te inquieta. Poco a poco un aroma a cuerpos que danzan te invade, te llega el humo de una hoguera a base de maderas preciosas, y los efluvios de cantos inspirados por algún tipo de licor. Sin darte cuenta te ves rodeado de pequeños hombres que te miran curiosos tras los arbustos. Has despertado su curiosidad. Sin darte cuenta has llegado a la orilla. Estás sudando como nunca en tu vida. El calor, la humedad y el nerviosismo te hacen entrar en un estado onírico difícil de describir. Pierdes la consciencia.

Despiertas y estás a los pies de un gran ídolo de ébano. Hueles dulce, a ron. El humo te rodea y los cantos de eclipsan el pensamiento. Jamás habías pensado que serías el invitado de honor a una ceremonia de iniciación chamánica.

Pues toda esta parafernalia es a lo que huele una de mis fragancias fetiche. Idole de Lubin. La casa francesa surgida tras la Revolución, inauguró en el 2005 con esta creación de Olivia Giacobetti su nueva etapa como perfumistas desde 1936.


Es un amaderado especiado muy masculino, dulce y seductor. Nada recomendable en climas calurosos o para el verano. Puede llegar a asfixiar. El frasco es una preciosidad, o a mi me lo parece. Cabeza de ídolo, cuerpo de vela al viento.

El contenido también lo es: ron, azafrán, cuero, sándalo rojo, naranja amarga, madera de ébano, notas azucaradas y clavo de olor.

jueves, 24 de noviembre de 2011

A la hora del té... en el Sahara



Os propongo tomar un té bien calentito con menta, especias y un toque ahumado. Un té bereber. Resulta que la cradora Stephanie de Saint-Aignan nos regala una de sus impresiones cuando viajó a Marruecos en busca de su amor. El aroma de las especias, el calor del desierto, la vajilla de latón o cobre, los vasos decorados, la menta, la conversación y los hombres tomando té humeante. He aquí la clave.


Un thé au Sahara es una fragancia oriental y helecho unisex, con una proyección interesantes y una longevidad bastante alta, que gustará más a los hombres. Las notas, como en todas las composiciones de la marca, son escasas (no más de 20, manía de la creadora) pero de una calidad altísima. Una fragancia sin pirámide olfativa que, sin embargo, pasa del frescor inmediato del té y la menta a la calidez de la madera convertida en brasa y humeante. Compuesta en base al té, menta, especias variadas, notas amaderadas, ámbar y pachulí.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Una tarde de cine... y Chocolate



Me encanta el otoño. Estas tardes frías y lluviosas donde el tiempo pasa lento pero inexorable y todo huele a hogar, a paciencia, a húmedo, a comida familiar y tarde de cine. Me está apeteciendo mucho prepararme un chocolate azteca con nata y unas pastas de almendra y nueces que prepara mi hermana que están... riquísimas es poco. Sentarme bien abrigadito en la mesa camilla y disfrutar de una buena película. Quizá Chocolat de Lasse Hallström con Juliette Binoche y Johnny Deep, basado en la magnífica novela homónima de Joanne Harris, que no es sólo literato sino una magnífica cocinera. Seguro que la habéis visto y os gustó. Si no todo al menos su banda sonora, los zapatos rojos de Vianne, los pezones de Venus o "Pantufle".


Y como no podía ser de otra manera, os dejo el aroma a cacao para que lo llevéis puesto. No soy mucho de olores gourmand en la piel. Pero estas dos fragancias unisex no os dejarán indiferentes.

Piment Brulant de L'Artisan Parfumeur, una de mis casas predilectas. Un aroma a cacao azteca puro y duro. Huele como la Chocolaterie Maya de Vianne. O eso creo yo... Las notas de este oriental especiado  creado por Bertrand Duchaufour son: Guindilla, Chocolate negro, Amapola, Vainilla, Ámbar, Canela y Almizcle. Abrasador.


Chocolat amère de Il Profumo, otra de mis casas favoritas. Un aroma a cacao negro, puro lleno de delicadeza y suavidad. Huele a la trastienda de la chocolaterie. Las notas de este también oriental especiado son: Cacao puro, Madera de Sándalo, Jengibre,  Nuez moscada, Gálbano, Incienso y notas florales. Una fragancia de pura seducción.


Y a ti ¿te gusta el chocolate?

martes, 15 de noviembre de 2011

Una noche en la ópera... Pureza y destrucción


Lo reconozco, adoro la buena música. Viendo como va el tiempo, el climatológico y el de mi reloj, os propongo pasar una velada en la ópera. Podéis acercaros a cualquiera de los dos grandes teatros españoles: el Real o el Liceo. Madrid o Barcelona. La competencia está asegurada. Actualmente en cartel dos obras contemporáneas pero muy diferentes. Ambas me han inspirado y me han recordado dos perfumes:

Pelléas y Melisande de C. Debussy en el Teatro Real.


Para esta preciosista y pura puesta en escena tan acorde con la magnífica partitura del francés, en la que se nos cuenta la tragedia de Melisande enamorada del hermano de su marido; no he podido dejar de lado un aroma que a alguna bloguera le fascinará. Aunque femenino, ¿por qué no probarlo en una piel masculina? En Passant de Olivia Giacobetti para Editions de Parfums Frederic Malle. Un floral verde basado en la lila, fresco y verde gracias al pepino, el trigo y notas verdes y acuosas. Un perfume de una elegancia exquisita que nos recuerda al rocío goteando de un lilo en flor.




El gran macabro de G. Ligeti en la Ópera del Liceo.


Para esta obra compleja y apocalíptica que cuenta con la puesta en escena de La Fura, donde se nos plantea el fin del mundo, la pobreza y marginación social, la verdad y la ensoñación; no podía dejar de pensar en una flor bellísima pero en estado de descomposición. Charogne de Shyamala Maisondieu para Etat Libre d'Orange. Fragancia basada en el cuero, muy animalizado, casi exudación podrida, y la frescura y dulzura de las flores blancas como el lirio, el jazmín y el ylang-ylang. Acompañan la vainilla, la pimienta rosa, jengibre, incienso, ámbar y bergamota. Una composición tampoco para todos los gustos, exótica y unisex. ¿Te atreves?


Y a tí, ¿te gusta la ópera?

martes, 8 de noviembre de 2011

Este otoño... Dune pour Homme de Dior, un clásico.


Como con tantos otros carteles publicitarios, el de Dune pour Homme de Dior llegó hasta lo más profundo de mi inconsciente. Lo comercial funciona. Pero en este caso, la casa parisina se llevó una gran decepción, a pesar del éxito de ventas que supuso esta creación. No fue todo lo que esperaba. La declinación femenina había arroyado poco antes, pero el masculino... Se hizo rogar.


Sin embargo, con el tiempo, esta fragancia muy noventera y totalmente a la moda en su época, se ha ido abriendo hueco poco a poco entre las grandes. Olivier Cresp es su creador en 1997. Y, aunque su nombre nos recuerde a la novela de Frank Herbert o a la película de David Lynch, incluso a una duna del desierto; nada tiene que ver con ello. La intención era reflejar la sensación placentera de un hombre que observa el mar desde la orilla, desde la arena de la playa. Es un perfume para evadirse, como reza la frase publicitara.


A mi me recuerda a un jersey de angora. Si, si, como a Ed Wood. (Os recomiendo encarecidamente la película de Tim Burton.) Es curioso como funciona nuestro cerebro. Aunque no es una fragancia para el otoño o el invierno, pues tiende a ser fresca, el toque polvoso, amaderado y floral la hace muy llevadera para el día a día en el trabajo en la época en que ya huele a castañas asadas por las calles. Además, el frasco siempre me ha parecido preciso. Recuerda a una espalda masculina. Los ángulos nos recuerdan a las formaciones arenosas. A ti, ¿te sugiere lo mismo? ¿No te recuerda a otros frascos?


Notas de cabeza: Casis, Hojas se higuera, Albahaca, Sauce, Salvia rizada.
Notas de corazón: Madera de higuera, Rosa, Reseda.
Notas de fondo: Madera de cedro, Sándalo, Vainilla, Haba tonka.