viernes, 27 de septiembre de 2013

L'Eau Guerriere

Como a muchos de los que pululan por la blogosfera, y pienso directamente en Maia de el Tocador de Dorothy, porque ella fue la culpable de que se iniciara este blog; llega un momento en que tanto aroma te confunde porque te deja indiferente. Y no me refiero exclusivamente a la perfumería comercial que ese terreno ya lo tenemos trillado, aunque de vez en cuando sorprende. No. Incluso en el mundo nicho puedes encontrarte más de lo mismo. Lo que anima a seguir es probando, descubriendo, apostando, es el trabajo que hay detrás, el origen de la marca, de la casa, del nariz. Llevo mucho tiempo, quizá más de un año, sin comprarme una fragancia nueva. Pero hoy algo me ha hecho recuperar la ilusión. No es el mejor agua fresca de la historia, ni la más original, ni siquiera una osadía. Pero el trabajo realizado detrás es tan fino que me ha subyugado. Me refiero a L'Eau Guerriere de Parfumerie Generale.


Esta creación de Pierre Guillaume encierra una idea muy simple: crear un agua de colonia, en realidad un Eau de Toilette, unisex sin cítricos basada en resinas. La idea puede resultar un poco absurda, pero no tanto. La base es el incienso. Un olíbano en resina puro, limpio, sin acidez y ligeramente etéreo. Para los que nos gusta el incienso resulta delicioso. A su alrededor giran aldehídos, notas sintéticas que lo hacen aun más brillante. El carácter salvaje, guerrero, se lo aportan la madera de Agar conocida como Oud, notas amaderadas, dominadas por la cáscara de Quinquina, para suavizar junto a un almizcle animalizado, casi de piel al punto de exudar por el esfuerzo. Y especias, una nota general donde destaco la pimienta negra y roja con un toque, leve, muy leve, de nuez moscada.

Incienso en resina
Podríamos definir a este perfume como uno de los soldados de Leónidas, el espartano aguerrido, donde el incienso mineral es su lanza erguida al cielo.

Sin duda, ha de ser mío y pronto.