martes, 23 de agosto de 2011

Vuelta a lo retro


Hace ya unos meses que mi hermana decidió sacar de un cajón escondido en lo más profundo del armario todos y cada uno de los frascos de colonia que tenía almacenados desde hace siglos. Regalos y más regalos, como siempre muy socorridos cuando toca cumplir y no se sabe qué regalar para quedar bien, que han ido acumulándose para alguien que es fiel hasta el extremo a los olores y que no soporta la inmensa mayoría de lo que sale al mercado. Curiosamente es bastante más exquisita en cuanto a aromas que yo a pesar de no sentir afecto alguno hacia este arte. Cada vez que se ducha se impregna abundantemente con estos mejunjes. Algunos bastante famosos. Quién no se acuerda de la chica nueva en la oficina que se llamaba Farala y era divina. Quién no ha usado alguna vez Don Algodón o Alada de Myrurgia. Y, ¿os acordáis de Sensación de vivir? Pues sí, también guarda un frasquito de la Eau de Toilette que se comercializó bajo dicha marca.

Pues bien, después de estar diciéndole tiempo y tiempo que olía a "rancio" cada vez que salía de la ducha me ha mostrado todo lo que le queda, y no es poco. Revolviendo entre algunas joyas ya estropeadas, como el icono Joya de la también mallorquina Myrurgia, he dado con una masculina que también es un clásico entre los clásicos y que aun se comercializa. Agua Brava de la barcelonesa Puig.


Parece mentira pero, al destapar el frasco, me ha hecho recordar mi adolescencia. A cuando me inventaba cualquier escusa para visitar la droguería de la esquina y probar las colonias, las caras siempre estaban tras el mostrador y eran intocables. A un día que el dependiente, que me tenía más calado de lo que yo podía imaginar, me regaló cual tesoro único, pues en aquellos tiempos para un pueblo como el mío lo era, un par de frasquitos de plástico con el agua de colonia y el gel de esta fragancia. Me gustó mucho, aunque descubrí enseguida que no era para mi. La usaba los viernes cuando salía con mis amigos y todos me decían que olía a viejo. El otro día la volví a usar tras rescatarla del cajón, está bastante bien conservada, y me han vuelto a decir que huelo a viejo. Y a mi me sigue gustando, aunque creo que jamás será mi perfume.

¿Por qué huele a viejo? Porque es un chipre amaderado aromático. Todas las fragancias de esta familia nos suelen recordar a tiempos pasados. El musgo de roble en su base junto al vetiver, ligeramente sucio, nos recuerda a la humedad de un caserón antiguo. Y no hemos de olvidar que fue creada en 1968, por los perfumistas Marcel Carles y Rosendo Mateu, cuando los varones usaban aromas verdes, cítricos y bastante potentes. Todo lo contrario a la delicadeza floral de las féminas. Desde su puesta a la venta fue un éxito que sigue perdurando para los incondicionales hasta la fecha. Es más, son muchos los que la consideran como una de las grandes creaciones nicho clásicas. Pensemos que en España es un comercial, pero en Estados Unidos o Qatar es una auténtica marca nicho. Yo, sin duda, le guardo respeto a esta creación redonda.

Notas altas: Bergamota, Limón, Salvia, Enebro y Lavanda.
Notas medias: Clavo de olor, Clavel, Tomillo, Laurel y Pino.
Notas de fondo: Musgo de roble, Vetiver, Madera de sándalo, Cuero, Pachulí y Almizcle.


PD. Perdonad que publique tan poco, pero entre el calor y que Blogguer no me deja escribir salvo en ratos contados (será por el calor o por la conexión a Internet), me está costando mucho acercarme a vosotros. ¡Qué ganas llegue setiembre!

1 comentario:

BeSugarandSpice dijo...

dios mio!! estos aromas me gustan porque dos personas muy queridas y entrañables para mi usaban algunos de estas colonias.
besos