Mostrando entradas con la etiqueta Loewe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Loewe. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de mayo de 2011

Esencia Loewe - Una relación de amor odio


¿Quién no ha oído hablar de Esencia Loewe? ¿Quién no lo ha relacionado con el lujo, el prestigio y la elegancia? Verdaderamente ¿a quién le gusta?


Todas estas preguntas y alguna que otra me las hice la primera vez que probé esta fragancia hace ya unos cuantos años. Me llamaba la atención el frasco, la marca, que contara con más de 200 componentes en su ser y que fuera catalogada como un clásico intemporal e imprescindible para todos los hombres que se tildaran de elegantes, sensuales y con carácter.

Pero... cuando la probé una mueca de horror asomó a mi rostro. ¿Cómo le puede gustar esto a la gente? ¿Cómo se atreven a decir que es uno de los mejores perfumes de la historia? ¡Pero si es horroroso! Lo que yo no sabía es que pertenece a la familia de los aromáticos helecho o Fougere, y que ODIO esta familia. Pero ese misterio tocaba ser descubierto años después.

La relación mejoró cuando años después me regalaron varias muestras de esta fragancia como lo más de lo más. La cara que se me quedó fue de será lo menos de lo menos. Un día que tenía una cita bastante importante necesitaba un aroma con personalidad para destacar y no se me ocurrió otra cosa que rociarme con el aroma odiado. Y ¡sorpresa! sigue sin gustarme. Ni poco, ni mucho, ni nada, pero... comencé a descubrir los entresijos de la composición, la armonía de los acordes, su complejidad y clásica sencillez. Sigue sin gustarme, pero ahora puedo valorarlo justamente y decir que sí, que es uno de los grandes perfumes  masculinos de la historia. Una composición muy arriesgada pero que se vio recompensada con infinitud de copias y versiones diversas. Puedo llevarla en mi piel y disfrutar oliendo su arquitectura, la calidad de las esencias utilizadas, desvelando sus notas ocultas en una amalgama inmensa de matices que la hacen ser un traje a medida de quien la usa.

Y a ti, que seguro te habrá pasado algo parecido con algún perfume, ¿qué te sugiere?

miércoles, 20 de abril de 2011

¿A qué huele la Semana Santa?


Cuando llegan fiestas y celebraciones solemos asociarles un olor característico. Pero ¿a qué huele la Semana Santa? A nada, pero nos hace rememorar tiempos pasados. En mi casa, y en mi pueblo, es típico sacar la ropa más de verano de los armarios junto con las túnicas de nazareno, hacer dulces caseros, limpiar las habitaciones para los huéspedes y encalar las fachadas de las casas. Huele a naftalina, harina, aceite y aguardiente, ralladura de limón y huevos frescos, a leña quemada, desinfectantes, diluyentes de pintura, flores frescas en los jardines y plazas, cervecitas en las terrazas de los bares, jamón y pipas, tortilla de patatas, bacalao salado y garbanzos, libros antiguos, gasolina de coches forasteros y sol en la cara. También huele a flores e incienso, a madera, sudor, lágrimas, esfuerzo y desvelos. Cera y metal plateado.


Todo este batiburrillo de aromas me resulta muy difícil de describir en una sola composición perfumística pero si unimos unas cuantas... la cosa se asemeja bastante. Os propongo cuatro aromas para estos días. Eso sí, sed libres. Yo recomiendo utilizar una fragancia que nos haga sentir a gusto, sea duradera y no muy espesa para no sentirnos agobiados.

* Passage d'Enfer de L'Artisan Parfumeur. Una creación de Olivia Giacobetti basada en el incienso. Además añade lilas blancas y almizcles. Me recuerda al incienso de las iglesias pero mucho más suave y delicado. Un perfume para calmar la mente y el espíritu.


* 7 de Loewe. La casa española nos ofrece una creación atípica. Un perfume basado en la sencillez. Siete notas dominantes imprime el carácter a esta fragancia. Su tema principal, el incienso. Un incienso rodeado de maderas (vetiver, cedro y almizcles) flores (rosas, nerolí y lirios) y frutas (manzana roja con un toque de pimienta). Me recuerda a los Pasos adornados con flores (comerciales que huelen todas igual) mientras en el templo alguien quema incienso de forma continua.


* Iris Bleu Gris de Maitre Parfumeur et Gantier. Iris, cuero, notas amaderadas y orris. No sé por qué, pero este perfume me recuerda a esas flores que comienzan a marchitarse en su jarrón mientras el agua comienza a fermentar por el efecto del sol. Me recuerda a la recogida de los pasos en Semana Santa.


* Bigarade Concentree de Editions de Parfums Frederic Malle. Jean-Claude Ellena crea una fragancia fresca y empolvada (en mi piel) basada en una nota sintética de naranja amarga. Añade rosa, cedro y notas verdes. Me recuerda a un bizcocho con ralladura de naranja recién salido del horno y puesto a refrescar en el alféizar de la ventana. Refrescante y adictivo.

Y a vosotros ¿a qué os huele la Semana Santa?


PD. Como voy a estar muy ocupado estos días. Seguro que vosotros también, nos veremos la semana que viene con muchas sorpresas e ideas frescas y perfumadas. Bye!